Importancia de la alimentación en el desarrollo del lenguaje


Es necesario insistir en la importancia de una alimentación apropiada y correcta para el desarrollo físico, emocional, social y dentario del niño así como para el desarrollo del lenguaje.
Los órganos de la palabra y los pertenecientes a la alimentación son, en gran parte, los mismos.


El niño en el acto de la masticación emplea la mandíbula, los labios, la lengua y es a  partir de los movimientos gruesos que se realizan en el acto de la masticación cuando se desarrollan los movimientos finos necesarios para el habla. 

Para facilitar la masticación del niño y estimular el lenguaje, podemos realizar los siguientes ejercicios: 

  • Observaremos si al darle algún alimento, tortilla, jamón..., el niño mastica con las muela o lo aplasta con la lengua contra el paladar, y si saca la lengua al masticar.
  • Colocar los alimentos, tales como pan,  entre los dientes del niño a un lado de la boca y se controla el movimiento de su mandíbula. Para estimularle a morder se tirará ligeramente del pan. Se ayudará al niño a cerrar la boca apretando su mandíbula.
  • Ponerle un trocito de alimento sólido haciendo una leve presión sobre sus muelas al colocárselo. Una vez que lo haya mordido, las mandíbulas deben quedar cerradas.
  • Colocar la comida triturada en el centro de la lengua para que trague.
  • Para evitar que haga "bola" con el alimento sólido es importante ofrecer pequeños trozos del alimento y no darle uno nuevo hasta que no haya tragado el anterior. Para ayudarle a tragar se le ofrece agua o trocitos pequeños de pan. Es importante que realicemos el modelo de forma exagerada  delante del niño.
  • Para favorecer que trague, podemos presionar levemente con el babero como para limpiarle la boca.
  • Cuando come con cuchara ayudarle a que el niño participe en el arrastre de la comida con sus labios.
  • No llenarle mucho la cuchara, colocarla en la parte anterior  media de la boca, para que fortalezca la lengua.
  • Es importante observar si al beber en vaso atrapa los bordes del mismo con los labios o con los dientes y si saca la lengua entre el labio inferior y el borde inferior del vaso.
  • La posición correcta para que aprenda a beber pequeños sorbos es la de sentado ante el vaso, con el tronco y la cabeza ligeramente inclinado hacia delante.
  • Para facilitar el acto de beber, es preciso que tenga los labios casi cerrados, pero no las mandíbulas, a fin de que pueda tragar líquido sin coger aire. Se inclinará el vaso hasta que le toque su labio superior, dejando que el niño haga lo demás.
  • Antes de darle de beber con pajita, es aconsejable que el niño haya adquirido un buen control de beber con el vaso. En general beber con pajita implica buen control de la boca y ayuda a mejorar la movilidad de los labios.

Bibliografia consultada:


Recomendaciones alimentarias a partir del año de edad en el control del niño sano. M. Esther Pérez Blasco. Rev. Esp Pediatr. 1997; 53 (5): 447-457.